Este año, La Mariposa Edinfa ha sido todo un reto. Por primera vez nos enfrentábamos a dos aulas en nuestro espacio. Sabíamos que sería un trabajo duro, pero teníamos nuestros objetivos claros y la confianza de que saldría bien.
A lo largo del curso hemos ido viendo, en la relación con los niños y las familias, cómo íbamos logrando lo que nos habíamos propuesto. La confirmación la hemos recibido en la fiesta de final de curso que organizaron las familias y a la que fue invitado el equipo de La Mariposa Edinfa. Esa tarde en el parque fue todo un regalo y el reflejo de que vamos por buen camino.
Nosotras llevábamos algunas actividades preparadas para realizar con los niños, pero no hicieron falta. Estuvieron toda la tarde siendo niños, realizando un juego libre, rico, limpio y en armonía. Sus padres disfrutaron compartiendo juegos con ellos u observándoles mientras conversaban relajadamente con otras familias.
Queremos agradecerles con el corazón el regalo que nos hicieron. Cada familia plasmó en una cartulina cómo se han sentido este último año en La Mariposa Edinfa. Ha sido todo un reconocimiento al acompañamiento respetuoso que realizamos; una comprensión profunda de que ‘educamos para ser’.
Cerramos el curso con la sensación de haber facilitado la creación de un círculo de familias implicadas en la educación de sus hijos. Educamos con ellos, no por ellos, y eso es algo que todos hemos tenido claro. Hemos trabajado con cada familia de forma individual y personalizada, sin juzgar, acompañándoles en la crianza de sus hijos desde el amor y el respeto.
¡GRACIAS POR HABER HECHO POSIBLE ESTE AÑO MARAVILLOSO!
¡GRACIAS POR AYUDARNOS A CUMPLIR NUESTRO SUEÑO!